Portafolio digital de aprendizaje: Un nuevo medio de comunicación en la educación
Judit Coromina1, Ferran
Sabate1, Jordi Romeu1,
Ferran Ruiz2
1Universitat Politècnica
de Catalunya (Spain), 2Generelitat
de Catalunya (Spain)
Received
October,
2010
Accepted
March,
2011
COROMINA, J.; SABATE, F.;
ROMEU, J.;
RUIZ, F. (2011). Portafolio digital de aprendizaje: Un nuevo medio de
comunicación en la educación. Intangible
Capital, 7(1):116-142. doi:10.3926/ic.2011.v7n1.p116-142
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Resumen:
Propósito: La Generalitat de Catalunya tiene previsto
introducir antes del año 2017 el portafolio digital, una
iniciativa vinculada
con los nuevos métodos de aprendizaje. Constatado el creciente
interés por el
portafolio digital como medio de comunicación en la
educación, este artículo
tiene por objetivos describir detalladamente su funcionamiento e
identificar
una lista de criterios, útiles a los centros educativos, para
seleccionar la
aplicación de gestión del portafolio digital que mejor se
adapte a sus
necesidades.
Diseño/metodología/enfoque: En primer lugar se fija el marco teórico de
funcionamiento del portafolio
digital. Luego se tipifican las aplicaciones que son usadas
comúnmente para su
implementación. A continuación se realiza un
análisis de requisitos de una
aplicación ideal con acuerdo a las fases de creación del
portafolio
identificados en el marco teórico. Finalmente, a partir de estos
requisitos se
identifica una lista de criterios útiles para seleccionar la
aplicación de
soporte al portafolio.
Resultados y originalidad/valor:
El artículo aporta un proceso estructurado en etapas y fases
para la
creación del portafolio digital que va más allá de
los existentes en la
literatura. Además, define una lista de criterios útiles
para seleccionar la
aplicación de soporte al portafolio digital que más
convenga a un centro
educativo, obtenidos con una metodología bastante exhaustiva.
Limitaciones/implicaciones de investigación: Para poner en práctica los criterios
identificados se propone completar, en un nuevo estudio, el modelo de
decisión multicriterio,
especificando los procesos para pesar los
criterios y normalizarlos. Después se podría analizar la
validez del modelo
estudiando la satisfacción obtenida por su uso en una muestra de
centros
educativos.
Implicaciones prácticas:
La lista de criterios se espera facilite la selección de la
aplicación
informática de soporte al portafolio de aprendizaje a los
centros educativos,
con acuerdo a sus necesidades específicas.
Palabras clave: portafolio digital, educación, aprendizaje a lo largo de la vida, medio de comunicación
Códigos JEL: I20, I28, O33
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Title: Digital portfolio for learning: A new
communication channel for
education
Abstract:
Purpose: The Catalonian Government has the intention of introducing the digital portfolio before 2017, an initiative related to new approaches for learning. Taking in consideration the increasing interest for digital portfolio as a new communication channel for education, the article aims are: on the one hand to describe how the digital portfolio works and on the other hand, to identify a list of criteria that should be useful for educative centers to select the best application to create the digital portfolio according to their needs.
Design/methodology/approach: Firstly, a theoretical framework for portfolio functioning is described. After, applications to support the digital portfolio are classified. Next, a requirement analysis on an ideal application to support the portfolio is made, according to those phases for the portfolio creation identified in the theoretical framework. Lastly, a list of criteria is established to select the application for creating the digital portfolio.
Findings and Originality/value: The article contributes to structure the portfolio creation process in some stages and phases in a wider way that it is described in the literature. In addition, a list of criteria is defined to help educative centers to select the application for managing the portfolio that fits better with their objectives. These criteria have been obtained with an exhaustive methodology.
Research limitations/implications: In order to put in practice the identified criteria it is proposed to complete the multi-criteria decision model in a new study. It should include processes to weigh criteria and define normalizations. Afterwards it would be able to analyze the value of the model studying the satisfaction for using it by a sample of educative centers.
Practical
implications: The list of
criteria identified should facilitate the selection of
the more adequate application to create the learning portfolio to the
educative
centers, according to their specific needs.
Keywords:
e-portfolio,
education, lifelong learning lifesystem,
communication channel
Jel Codes: I20, I28, O33
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1. Introducción
La
sociedad está cambiando debido a la aparición de nuevas
aplicaciones que
facilitan la comunicación entre los distintos miembros que la
componen.
Actualmente existe un proceso intensivo de socialización de las
tecnologías de
la información y la comunicación (en adelante TIC) que
está consolidando lo que
viene a llamarse la sociedad del conocimiento (Krüger,
2006). Ruiz (2009:5) afirma que la relación entre sociedad de
conocimiento y
TIC es simbiótica en tanto que “la
actividad productiva, económica, científica e incluso
cultural es inseparable
de una infraestructura tecnológica global y ubicua”.
En la sociedad del
conocimiento las personas requieren de unas competencias en el uso de
las TIC y
de sus procedimientos para constituirse plenamente como individuos en
una
cultura altamente tecnificada. El sistema educativo es el medio que
debe
favorecer a las personas abordar estos nuevos conocimientos,
habilidades y
aptitudes (Adell, 1997).
Un
factor que juega un papel muy importante en la sociedad del
conocimiento y que
merece especial atención en el sistema educativo es el
aprendizaje a lo largo
de la vida (Raggatt, 1996). Existen
múltiples
evidencias que justifican la importancia del aprendizaje continuo. Una
de ellas
tiene que ver con las características del nuevo entorno
económico estructurado
en red, muy dependiente del conocimiento y de las tecnologías,
que requiere
perfiles profesionales muy flexibles (Castells,
1997). Otra es la aparición de nuevas ocupaciones debido a los
constantes
cambios sociales (García-Fraile, 2000). En cualquier caso, el
aprendizaje
continuo es clave en un entorno donde la información es tan
abundante como
volátil, siendo muchas las nuevas informaciones que aparecen y
las que dejan de
ser válidas (Marcelo, 2001). Esto genera la aparición de
nuevas utilidades y
procedimientos productivos que las personas deben aprender a utilizar
para
mantenerse al día. La necesidad del aprendizaje a lo largo de la
vida, implica
que el sistema educativo debe favorecer que los individuos aprendan a
aprender.
En
este contexto, las TIC deben entenderse como un instrumento que ayuda a
mejorar
la eficiencia en el ámbito de la educación, así
como en otros (Pla,
2002). Deberían mejorar los procesos comunicativos y
presentar
nuevas posibilidades de generación y manipulación de la
información (Benito,
2009). En cuanto a la comunicación dentro de la educación
conviene señalar que ésta
debería realizarse entre distintos actores: el alumno, el
profesor y los
empleadores. La inclusión del agente empleadores responde a un
enfoque amplio
del concepto educación en la sociedad del conocimiento y del
paradigma del
aprendizaje a lo largo de toda la vida (Cambridge & Cambridge,
2003). El modelo
de comunicación debería contemplar que el alumno entregue
al profesor múltiples
ejercicios, que el profesor informe al alumno de la validez de las
soluciones
propuestas y además, que el alumno pueda mostrar los resultados
del aprendizaje
(los ejercicios realizados y las evaluaciones recibidas) tanto a sus
tutores como
a posibles empleadores en un proceso de búsqueda de trabajo.
Asimismo los
empleadores deberían poder visualizar los resultados del
aprendizaje con el
objetivo de valorar el conocimiento y las competencias del alumno para
poder
decidir si conviene que sea contratado. En este último aspecto
de la
comunicación, también puede ser interesante que las
cualificaciones que obtiene
el alumno en el proceso educativo sean estandarizadas y controladas por
un centro
estatal (DOGC, 2007). Para dar soporte a este sistema de
comunicación una
opción interesante es utilizar el portafolio digital como
elemento central,
dando soporte al proceso de aprendizaje y al paradigma de aprendizaje a
lo
largo de la vida, tal y como demuestra la experiencia de
utilización del
portafolio del estado de Minnesota (Cambridge, 2008). El portafolio
ordena y
clarifica las acciones que los actores realizan en el entorno
tecnológico que
se está configurando.
El
sistema educativo debe cambiar en profundidad para hacer posible el
modelo de
comunicación descrito. Si bien se intuye la aportación de
las TIC en dar
soporte a este modelo, los cambios en el sistema educativo no se puede
limitar
a incorporar tecnología a los viejos procedimientos
pedagógicos. Para
aprovechar completamente el potencial de las TIC debe establecerse un
nuevo
paradigma educativo basado en nuevos procedimientos pedagógicos
(Benito, 2009).
Estos procedimientos deberían potenciar factores como, por
ejemplo, el trabajo
en grupo y el aprendizaje por descubrimiento, asignando más
importancia al
alumno y desplazando la atención en la enseñanza y las
notas hacía el
aprendizaje y la adquisición de competencias. Así pues,
tanto para el profesor
como para el alumno cambiarían sus roles, e incluso, se
podrían ver modificadas
las propias concepciones de las aulas y de los centros educativos (Marquès, 2008).
La
creación de un portafolio digital de aprendizaje aparece como
una nueva
propuesta de procedimiento pedagógico con mucha
proyección de futuro, en tanto
que se adapta completamente al nuevo paradigma educativo (Ravet,
2005; Ruiz, 2009). Su utilización exige una participación
activa del alumno en
su propio proceso de aprendizaje, lo sitúa en el centro de la
acción y le
facilita el aprendizaje de competencias transversales (trabajo en
grupo, comunicación
oral y escrita, aprendizaje autónomo, trabajo por proyectos,
etc.), tal y como indicen
a pensar algunas de las experiencias habidas en diversas escuelas de la
Universitat Politècnica de
Catalunya (Armengol et al., 2009). En consecuencia, el portafolio
puede
entenderse como un medio de comunicación válido para el
ámbito educativo en el
nuevo paradigma educativo, si bien no es objetivo de este estudio
demostrarlo.
Actualmente pueden encontrarse ya algunas experiencias de uso del portafolio en centros educativos en diversos países, tales como Estados Unidos y el Reino Unido. Un ejemplo interesante es el portafolio del estado de Minnesota (eFolioMinnesota, http://www.efoliominnesota.com/). Se trata de una sistema para el conjunto de ciudadanos que permite vincular el sistema educativo con la inserción laboral y que es usado por múltiples escuelas (Cambridge, 2008). Su enfoque al aprendizaje a lo largo de la vida lo diferencia de muchos otros, que están específicamente más enfocados al sistema educativo. Se trata de un aplicación web que se puede instalar en el ordenador personal y que cubre todas las fases de creación del portafolio que se identifican en este artículo. En los países europeos, el portafolio es una iniciativa que se está empezando a explorar, si bien existen algunas experiencias. En Suecia los centros de Kunskapsskolan (una organización privada que actualmente opera 23 centros de secundaria, http://www.kunskapsskolan.se/) aplican un sistema educativo que contempla la utilización de un portafolio digital entre otras aspectos. También existe el Portafolio (electrónico) Europeo de las Lenguas (ELP, http://www.oapee.es/e-pel/) que es un portafolio centrado en el aprendizaje de idiomas. En el caso de Catalunya la reciente Llei d’Educació de Catalunya (la LEC) prevé su implantación en el sistema educativo antes de 2017 (DOGC, 2007) y existen algunas experiencias muy puntuales. Entre ellas está el portafolio del Institut Ramon Berenguer IV (http://rb4.xeill.net/projectes/projecte-carpeta-digital) y los portafolios utilizados en algunas asignaturas de la Escola Politècnica Superior de Castelldefels (EPSC) y la Escola Universitària d'Òptica i Optometria de Terrassa (EUOOT) (Armengol et al., 2009). Éstas y otras experiencias permiten afirmar que la implementación del portafolio digital está adquiriendo cierta relevancia y popularidad.
Tomando
como punto de partida el creciente interés por el portafolio
digital de
aprendizaje, este estudio –impulsado por la Cátedra
Telefónica-UPC de la Universitat Politècnica de
Catalunya– persigue tres objetivos. El primero consiste en
conceptualizar
el funcionamiento del portafolio, haciendo énfasis en el proceso
creación, la
definiendo de las acciones atribuidas a los diversos actores y la
formalización
de los flujos de información que se producen entre ellos. El
segundo trata de
identificar los sistemas existentes de soporte al portafolio digital,
para
determinar qué tipo de utilidades existen, cuáles son sus
principales
características y poder definir una aplicación ideal de
creación y gestión del
portafolio digital. El tercer y último objetivo consiste en
crear unos
criterios para la evaluación de las aplicaciones de soporte al
portfolio que
permitan identificar cuál es la más adecuada. Estos
criterios se obtienen tras
realizar un análisis de los requisitos de una hipotética
aplicación informática
ideal. Se espera que los criterios establecidos sean útiles a
los centros
educativos para comparar y escoger de manera rigurosa el sistema
informático
más adecuado.
En
el siguiente apartado se conceptualiza el portafolio de aprendizaje. En
el
tercero se estudian las aplicaciones informáticas de soporte al
portafolio.
Luego se presenta el análisis de los requisitos de una
aplicación informática
ideal y los criterios de evaluación que de ellos se deducen. Y
finalmente, en
el quinto apartado, se presentan las conclusiones y las líneas
de trabajo
futuro.
2. El portafolio digital de aprendizaje
El
portafolio digital de aprendizaje tiene sus orígenes en el mundo
laboral. A
mediados del siglo XX colectivos de arquitectos, diseñadores y
artistas
empezaron a utilizar un portafolio donde almacenaban muestras de sus
mejores
trabajos con finalidades demostrativas hacia los clientes (Cassany,
2006). Entre los años 1970 y 1990, se realizaron diferentes
propuestas de uso
del portafolio en los centros educativos. En los primeros casos con
finalidades
puramente demostrativas, aunque se fue evidenciando que la
creación del
portafolio por el alumnado ofrecía ciertas ventajas
pedagógicas (Danielson & Abrutyn, 1997).
Los primeros usos del
portafolio fueron en formato no digital, aunque en los últimos
años ha
aparecido el concepto del portafolio digital, gracias a las TIC, que
permite
aprovechar al máximo las ventajas de los procedimientos
pedagógicos asociados a
la creación del portafolio por el alumnado.
Actualmente,
el portafolio digital de aprendizaje se construye mediante una
aplicación
informática, mayoritariamente virtual, donde el alumno puede
almacenar una
recopilación de sus mejores trabajos y que le permite evidenciar
el aprendizaje
(Barrett, 2010). Esta recopilación
no puede ser
neutra sino que debe ir acompañada de diferentes reflexiones y
del intercambio
de opiniones sobre los trabajos entre el profesor y el alumno. La
acción de
reflexionar sobre el trabajo realizado es lo que permite que el alumno
sea
consciente de cuáles son las partes en las que debe mejorar.
Además, como el
alumno reflexiona de manera autónoma, esto le permite aprender a
aprender.
El
portafolio lo componen dos partes que se crean y gestionan en
diferentes
instantes de tiempo.
Estas partes son la de proceso y la de
producto (Barrett,
2010). La parte de proceso refleja –de ahí su nombre- el
proceso de aprendizaje
que ocurre durante el curso escolar y permite coleccionar las
evidencias
académicas que el alumno genera. En consecuencia, está en
constante creación y
cambia a medida que se desarrolla el curso. La parte de producto se
empieza a
gestionar en una fecha relativamente próxima a la
finalización del curso.
Entonces el alumno transforma el portafolio para reflejar el producto
que
resulta del proceso de aprendizaje. El portafolio (o más de uno)
se muestra
como producto y contiene una selección de las mejores evidencias
generadas
previamente, agrupadas de forma que permiten justificar los distintos
objetivos
del proceso de aprendizaje. El portafolio no sólo muestra el
resultado de un
proceso de aprendizaje, sino que también revela el proceso
utilizado a una
determinada audiencia. La figura 1 representa gráficamente la
dualidad del
portafolio.
Figura 1. Proceso y producto del portafolio.
Tomando
como referencia estas dos partes del portafolio existen diferentes
aproximaciones del procedimiento que deben seguir los alumnos para
crearlo y
gestionarlo. Para aprovechar al máximo la experiencia de
creación del
portafolio se propone seguir las fases que muestra la figura 2, aunque
diferentes profesores pueden sugerir diferentes metodologías al
alumnado.
Fiugra 2. Fases de creación del
portafolio.
En
este estudio se ha tenido en cuenta una secuencia completa de
creación del
portafolio, similar a la propuesta por Barrett
(2010). La principal diferencia consiste en que se ha definido
claramente un
proceso, con unas etapas y fases determinadas y delimitadas, mientras
que en el
trabajo propuesto por Barrett se detalla
el
procedimiento sin tal estructuración. Nuestra propuesta agrupa
las fases en
cuatro etapas: una previa de contextualización (etapa 1); le
sigue una de
creación del portafolio como proceso (etapa 2); otra de
creación del portafolio
como producto (etapa 3) y una etapa final de presentación del
portafolio (etapa
4). Las etapas y la descripción de cada fase puede
consultarse en la tabla 1.
ETAPA 1: contextualización |
||
Se realiza al inicio del curso, aunque si es necesario se puede repetir durante el curso para redefinir los objetivos y reorientar el proceso de aprendizaje del alumno. |
||
Fase 1: definir objetivos |
En esta fase, el alumno con la ayuda del profesor, define los objetivos del aprendizaje del curso. Además, profesor y alumno pactan los criterios de evaluación del portafolio. |
|
ETAPA 2: creación del portafolio como a proceso |
||
Se realiza durante el curso. Consta de tres fases, que se realizan de manera iterativa para cada uno de los artefactos (trabajos) generados por el alumno. El objetivo de esta etapa es obtener una colección de evidencias que pueden ser útiles para evidenciar el proceso de aprendizaje. |
||
Fase 2: coleccionar artefactos |
El alumno decide si introduce en el portafolio cada uno de los artefactos que genera. Los introduce en el portafolio si considera que el artefacto le permite demostrar el logro de algún objetivo o que ha evolucionado con el aprendizaje. |
|
Fase 3: realizar reflexión
inmediata |
El alumno escribe una reflexión inmediata sobre el artefacto introducido. La reflexión inmediata incluye aspectos relativos a la experiencia de producción del artefacto, observando tanto los resultados obtenidos como los aspectos metodológicos. Esto ayuda a qué el alumno sea consciente de lo que ha aprendido, como lo ha aprendido y qué errores puede haber cometido y porqué, de forma que los podrá evitar en un futuro. |
|
Fase 4: recibir retroacción |
El profesor realiza una evaluación formativa sobre el binomio artefacto - reflexión inmediata. El objetivo de esta evaluación no es obtener una cualificación numérica, sino proporcionar al alumno retroacción sobre la validez del trabajo realizado y proporcionar al profesor un mecanismo que le permite orientar al alumno. La retroacción debe verse como un diálogo entre el alumno y el profesor, donde el alumno, si es necesario, puede corregir el trabajo realizado. La unión del artefacto, la reflexión y la retroacción recibe el nombre de evidencia. |
|
ETAPA 3: creación del portafolio como a producto |
||
Se realiza cerca del final del periodo de evaluación (habitualmente cerca del final del curso). Consta de cuatro fases. El objetivo de esta etapa es crear una o diversas vistas mediante la selección de las evidencias que mejor demuestran aquellos conocimientos y habilidades aprendidos y que se deciden destacar, en base a los objetivos fijados al principio del curso. |
||
Fase 5: seleccionar evidencias |
El alumno selecciona las evidencias del portafolio como proceso. La selección la realiza en función de las evidencias que mejor demuestran el logro de unos objetivos o la evolución del aprendizaje. |
|
Fase 6: realizar reflexión
retrospectiva |
E alumno escribe una reflexión retrospectiva sobre la totalidad de su aprendizaje. Con la reflexión retrospectiva el alumno toma consciencia de su progreso y conoce sus conocimientos y habilidades, sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Así el alumno puede planificar nuevas estrategias en el proceso de aprendizaje que posibiliten mejorar los resultados obtenidos. |
|
Fase 7: Recibir evaluación |
El profesor realiza una evaluación sumatoria sobre las vistas creadas por el alumno (selección de evidencias y reflexión retrospectiva) con un doble propósito. Por un lado valora numéricamente al alumno para obtener una calificación del trabajo del alumno durante el curso. Y por otro lado, el profesor también puede proporcionar retroacción al alumno, para ayudarle a ver aspectos relevantes de su aprendizaje no considerados. |
|
Fase 8: Realizar reflexión
prospectiva |
El alumno escribe una reflexión prospectiva sobre el proceso de aprendizaje, que realiza teniendo en cuenta tanto los resultados obtenidos de la reflexión retrospectiva, como la retroacción recibida por el profesor. La reflexión consiste en determinar cuáles deberían ser los objetivos del siguiente curso. |
|
ETAPA 4: presentación del portafolio (opcional) |
||
Se realiza cuando se ha terminado el portafolio aunque se puede realizar durante todo el curso. |
||
Fase 9: Presentar a la audiencia |
El alumno decide qué partes del portafolio (qué vistas y qué partes de las vistas) quiere hacer públicas a la audiencia (familiares, empleadores, etc.) y en que partes les permite realizar retroacción. Puede decidir crear nuevas vistas para mostrar determinados aspectos de su aprendizaje (que pueden incluir la retroacción proporcionada por el profesor) y se pueden completar con presentaciones personales. |
|
Tabla 1. Resumen de las fases de creación del portafolio.
Detallar
las fases no cambia la esencia de la creación del portafolio,
pero sí que
permite hacer un análisis más riguroso de las
aplicaciones informáticas que se
pueden utilizar para darle soporte en el contexto de en un centro
educativo.
Por otra parte, aunque se presenta como un proceso secuencial, el
proceso de
creación tiene cierta flexibilidad y se puede modificar los
resultados de una
fase una vez se ha realizado una fase posterior o incluso, realizar
ciertas
fases con un cierto grado de paralelismo.
Finalizar
el apartado señalando que los principales aspectos que ayudan al
alumno a
construir su autonomía en el proceso de aprendizaje son las
sucesivas
reflexiones que realiza sobre el aprendizaje y las retroacciones que
recibe por
el profesor.
3. El sistema tecnológico de soporte a la creación del portafolio
Distintos
actores interactúan con un sistema tecnológico para crear
y gestionar el
portafolio virtual, tal y como muestra la figura 3.
Figura 3. Diagrama de actores identificados en el análisis de requisitos.
Desde
el punto de vista del alumno, el sistema debe incluir tres aspectos
principales: almacenar los diversos elementos del portafolio, agilizar
la
creación del portafolio y brindar la interacción con la
posible audiencia del
portafolio. Idealmente, la aplicación para poder dar un soporte
a la creación
del portafolio debe dar respuesta a estos tres aspectos (Barrett
& Garrett, 2009; JISC, 2008). Esto hace posible identificar tres
elementos
que deben tener estos sistemas: 1) un repositorio donde se almacenan
los
artefactos, retroacciones, reflexiones, vistas, permisos de acceso a
los
elementos, etc.; 2) un conjunto de módulos de proceso que el
alumno utiliza
para elaborar las distintas partes del portafolio (reflexiones, vistas,
etc.);
y 3) un conjunto de módulos de presentación que favorecen
a la audiencia
visualizar el portafolio si disponen de los permisos necesarios. La
figura 4 muestra
los tres bloques anteriores (en amarillo) en un diagrama del sistema y
algunas
de las acciones que pueden realizarse sobre el portafolio.
(a) Acciones para añadir contenidos o artefactos. Fase 2.
(b) Acciones para añadir reflexiones en los artefactos de proceso. Fase 3.
(c) Acciones de retroacción que los actores realizan sobre artefactos de proceso. Fase 4.
(d) Acciones para añadir reflexiones en los artefactos de producto. Fase 6.
(e) Acciones de retroacción que los actores realizan sobre artefactos de producto. Fase 7.
(f) y (g) Acciones para presentar artefactos a los actores. Fase 9.
Figura 4. Elementos y acciones de un sistema tecnológico de soporte al portafolio.
Existen
diversos sistemas que garantizan dar soporte a la creación del
portafolio y que
muestran diferentes maneras de entender cuáles deben ser las
funcionalidades de
este tipo de sistemas. Realizar una taxonomía de estos sistemas
agrupándolos
según ofrezcan funcionalidades parecidas podría facilitar
a los centros
educativos, con unos objetivos pedagógicos determinados, poder
discriminar los
grupos que son más adecuados a sus necesidades, descartando de
manera fácil y
rápida los pertenecientes a los grupos que no interesan.
Distintos
autores proponen agrupaciones de los sistemas basándose en
diferentes
criterios. Siemens (2004) y Barrett (2008)
proponen
una agrupación utilizando como criterios un conjunto de aspectos
tecnológicos y
otro de funcionales. En este estudio se ha realizado una nueva
agrupación
basada principalmente en aspectos funcionales. Consecuentemente, los
grupos que
se proponen tienen como característica común que
deberían ayudar al alumno a
crear el portafolio de una manera similar (aunque la casuística
es enorme y por
lo tanto, dentro de un mismo grupo van a coexistir aplicaciones
informáticas
que ayudan al alumno en diferentes partes del proceso).
El
sistema puede adoptar múltiples formas. Bien puede ser una
aplicación
específica que ayude (y obligue) al alumno a realizar cada una
de las fases de
creación del portafolio, o bien puede ser una aplicación
genérica que garantiza
al alumno crear el portafolio sin dar soporte a las distintas fases de
creación. De esta forma se proponen los siguientes grupos,
ordenados en grado
creciente de capacidad de automatizar las distintas partes de la
creación del
portafolio:
Grupo 1: programas de
edición
Son aplicaciones informáticas genéricas que hacen posible crear y editar documentos en formato texto, hipertexto o audiovisual. Algunos ejemplos que permiten crear y editar texto son MS Word (MS Office), el MS Powerpoint (MS Office) y el Writer (Open Office), para crear y editar hipertexto son el Dreamweaver y el MS FrontPage (MS Office), y para crear y editar documentos audiovisuales son el MovieMaker, el Adobe Premiere, el Gimp, el Adobe Photoshop y el Adobe Acrobat 9.0, entre otros.
Se trata de aplicaciones con un grado de especialización en la creación del portafolio muy bajo o nulo, que se incluyen por el hecho de que permiten desarrollar contenidos digitales para un portafolio.
Grupo 2: aplicaciones
web genéricas
Son aplicaciones accesibles utilizando internet mediante un navegador. Existen muchas aplicaciones web que tienen un enorme potencial como sistemas de expresión individual, la mayoría de las cuales están englobadas dentro el término web 2.0 y software social. Este tipo sólo incluye las aplicaciones web donde aparecen principalmente tres subtipos de aplicaciones con unos comportamientos diferenciados: los blogs, las wikis y las utilidades de edición de documentos en línea. Algunos ejemplos de aplicaciones actuales tipo blog son Blogger y Wordpress, algunos ejemplos tipo wiki son Wikispaces y PBWiki y algunos ejemplos de utilidades de edición documentos en línea son Google Docs y Zoho.
Grupo 3: sistemas
de gestión de contenidos
Son aplicaciones accesibles utilizando internet mediante un navegador. Incluye las aplicaciones web que están especializadas en la gestión de contenidos genéricos. Este tipo de sistemas se han incluido tanto aplicaciones que se consideran propiamente sistemas de gestión de contenidos (Drupal, Joombla, PHP-Nuke, etc.), como aplicaciones en línea de creación de páginas web que permiten estructurar las páginas de forma similar a como lo hace un sistema de gestión de contenidos (Weebly, Google Sites, etc) y aplicaciones específicamente orientadas a entornos de aprendizaje (Moodle-Atenea, etc.). Todas ellas son bastante adecuadas en el sentido de que el proceso de creación del portafolio se puede entender como un proceso de gestión de contenidos.
Grupo 4: sistemas
de gestión de portafolios
Son
aplicaciones web con unas características similares a los
sistemas de gestión
de contenidos, pero complementan las funcionalidades que éstas
no tienen.
Algunos ejemplos de sistemas actuales dentro de este tipo son Avenet, Digication, eXact,
Mahara y PebblePad.
En
términos generales estos sistemas no dan soporte a la
evaluación pero pueden
integrarse con otros sistemas, como por ejemplo Moodle
(Atenea), para gestionar esta opción.
Grupo 5: sistemas
de gestión de portafolios con mecanismos de evaluación
Son
los sistemas que están creadas pensando en las necesidades
específicas que
tienen tanto los alumnos para la creación del portafolio, como
los profesores
para evaluar y proporcionar retroacción. Algunos ejemplos de
aplicaciones
informáticas actuales de este tipo son Chalck & Wire,
Epsilen, Foliotek, LiveText y TaskStream.
Éstas tienen el mayor grado de especialización
en la creación del portafolio y la automatización de las
diferentes fases
también es muy elevada. Por eso, se intuye que estos sistemas
son las más completos
y adecuados para ser utilizados en los centros educativos.
La tabla
2 muestra los grupos ordenados crecientemente en cuanto a su capacidad
para
automatizar las distintas fases de la creación del portafolio.
Cabe tener en
cuenta que existe la posibilidad de combinar sistemas entre sí
para aumentar el
rango de funcionalidades a conveniencia.
Fase |
Grupo I |
Grupo 2 |
Grupo 3 |
Grupo 4 |
Grupo 5 |
Fase 1: definir
objetivos |
No |
No |
Depende |
Si |
Si |
Fase 2:
coleccionar artefactos |
No |
Depende |
Depende |
Si |
Si |
Fase 3: realizar
reflexión inmediata |
No |
Depende |
Depende |
Si |
Si |
Fase 4: recibir
retroacción |
No |
Si |
Si |
Si |
Si |
Fase 5:
seleccionar evidencias |
No |
No |
Depende |
Si |
Si |
Fase 6: realizar
reflexión retrospectiva |
No |
Depende |
Depende |
Si |
Si |
Fase 7: recibir
evaluación |
No |
No |
Depende |
Depende* |
Si |
Fase 8: realizar
reflexión prospectiva |
No |
Depende |
Depende |
Si |
Si |
Fase 9: presentar
a la audiencia |
No |
Si |
Si |
Si |
Si |
*Posible
si se integran con otros sistemas, como por ejemplo, Atenea |
Tabla 2. Alcance de los tipos de aplicaciones según las fases de creación del portafolio
4. Los criterios
De
acuerdo con los estudios previos existen distintos procedimientos para
identificar
los criterios de evaluación de un portafolio.
Básicamente, los criterios se
pueden obtener de fuentes externas, como por ejemplo la opinión
un experto en
la materia (EduTools, 2006) o de alguna
lista de
criterios presentada en estudios anteriores (Attwell
et al., 2007; Himpsl
& Baumgartner, 2008). Si se utilizan
estas metodologías
puede ser necesario realizar una selección de los criterios ya
sea quedándose
con los criterios más significativos (Attwell
et al.,
2007) o bien, eliminando aquellos redundantes y menos importantes (Himpsl & Baumgartner,
2008). Su
obtención también puede realizarse con procedimientos
más directos. Uno sería a
partir de un análisis de los usos pedagógicos del
portafolio (Muñoz-Justica et
al., 2008) y otro sería mediante un sondeo de opinión
entre potenciales
usuarios (Mu et al., 2009). Los criterios de evaluación pueden
estar agrupados
por similitud en las funcionalidades que evalúan (Attwell
et al., 2007; Himpsl & Baumgartner,
2008; EduTools, 2010; Mu et al.,
2009) y eventualmente ponderados (Mu et al., 2009; Muñoz-Justica
et al., 2008).
El
análisis de los artículos citados en el párrafo
anterior capacitó imaginar cómo
debería ser un sistema tecnológico de soporte al
portafolio ideal, que es la
base sobre la cual de desarrolla nuestra metodología de
obtención de criterios.
Además, se han probado distintas aplicaciones para ver las
maneras como éstas
satisfacen los criterios. Tomando como base lo anterior, en este
estudio se ha
utilizado una metodología de obtención de los criterios
mediante un
procedimiento directo basado en el uso pedagógico del
portafolio. El análisis
se ha realizado teniendo el caso global, es decir, suponiendo que un
centro
educativo decida introducir el portafolio digital en todas sus fases.
No se
realiza una ponderación de los criterios, puesto que ésta
dependería de los
objetivos concretos que se persiguen con la introducción del
portafolio en el
centro educativo. Creemos que ésta es una buena
metodología si se realiza un
análisis exhaustivo de los aspectos relevantes.
Cabe
considerar que los criterios pueden tener dos formas distintas: pueden
evaluar
las funcionalidades y atributos que debe tener la aplicación
informática (por
ejemplo, puede evaluar si permite clasificar los artefactos) o pueden
evaluar
si la aplicación tiene alguno de los mecanismos que permite
alcanzar estas
funcionalidades y atributos (continuando el ejemplo anterior, puede
evaluar si
garantiza etiquetar los artefactos o si garantiza poner los artefactos
en
carpetas). Esta segunda manera de evaluar los criterios tiene dos
inconvenientes. Por un lado, algunas funcionalidades se puede alcanzar
de
muchas maneras distintas y por lo tanto, los criterios serian
innecesariamente
extensos. Por el otro, si aparecen nuevos mecanismos para satisfacer
una
determinada funcionalidad, este nuevo mecanismo no se va a poder
evaluar hasta
que se adapten los criterios. Por lo tanto, se ha optado por crear unos
criterios que evalúen las funcionalidades y los atributos de
estos sistemas.
Los
criterios se han obtenido mediante un análisis de requisitos de
una hipotética aplicación
informática ideal. El análisis de requisitos es una
metodología que se utiliza
en las primeras etapas de construcción del software y que
permite definir
detalladamente cómo debe ser una solución software para
resolver un problema
determinado (Olivé, 2000). Aunque en este estudio no se quiere
confeccionar una
aplicación, se ha considerado que este tipo de análisis
es ideal para
determinar qué características debería satisfacer
un portafolio ideal, puesto
que las funcionalidades y atributos que los desarrolladores
deberían programar
son las mismos que se deberían evaluar.
El
análisis que se ha realizado es una versión simplificada
de un análisis de
requisitos real basado en el método Volere
(Robertson
& Robertson, 2006a). Se ha utilizado una versión
simplificada del método porque
la profundidad de análisis requerida para identificar los
criterios de un
sistema ideal de soporte al portafolio es muy inferior al nivel de
detalle necesario
para programarla informáticamente. El análisis genera dos
grandes tipos de
requisitos: los funcionales y los no funcionales. El método Volere
utiliza una plantilla de especificación de requisitos
funcionales que tiene
como objetivo ser una base para la especificación de requisitos
en el ámbito de
los sistemas de software y propone un guión para asegurar una
buena obtención,
definición y clasificación de estos requisitos,
así como una lista muy completa
de posibles requisitos no funcionales. Para el caso de los requisitos
no
funcionales, es decir, aquellos que ni describen información a
guardar ni
funciones a realizar sino cualidades del sistema, además del
método Volere, se han consultado
otras listas que facilitan su
identificación (Robertson & Robertson, 2006b).
Los
requisitos funcionales establecen cuáles son las funciones de la
aplicación. En
una primera etapa se han identificado los actores del sistema (figura
3) y se
ha creado un diagrama de clases (figura 5). De los actores del sistema
destacar
que el usuario tipo Invitado (usuario
registrado no relacionado directamente con el centro educativo y que
tiene
acceso a algunas partes o todos las del portafolio) y Visitante
(usuario no registrado y tampoco no relacionado
directamente con el centro educativo que sólo tiene acceso a las
partes
públicas del portafolio) se corresponden, entre otros, a los
empleadores del
sistema (quienes contratan personas). Y del diagrama de clases, que es
una
representación visual de los distintos elementos del sistema y
de las
relaciones entre éstos, destacar que ayuda que el lector se haga
una idea de la
estructura de información que la aplicación
debería tener. Así se pueden ver
los distintos elementos que se han tratado en las fases de
creación del
portafolio y su dependencia. De este modo, las distintas
funcionalidades que
debe tener el sistema condicionan su estructura de datos y permite
almacenar
los elementos y sus relaciones de forma como se muestra en el diagrama
de
clases.
A
continuación y en base al guión planteado por Volere
se han creado los casos de uso, que son secuencias de
interacción entre el
usuario y el sistema que indican cómo debería interactuar
el sistema con el
usuario o con otro sistema para conseguir un objetivo
específico. Los casos de
uso consiguen centrar la atención en cada una de las secuencias
de interacción
por separado y de esta forma, identificar los requisitos funcionales de
una
manera más fiable. Por ejemplo, el caso de uso de presentar el
portafolio a una
audiencia contiene los requisitos funcionales relacionados con la
funcionalidad
de asignar permisos de visibilidad a dicha audiencia, relacionados con
la
funcionalidad de visualizar el portafolio o la funcionalidad de crear
la
retroacción por la audiencia.
Figura 5. Subconjunto del diagrama de clases del análisis de requisitos.
Los
requisitos no funcionales establecen qué atributos debe tener la
aplicación. Se
han adaptado convenientemente a las particularidades del portafolio
digital de
aprendizaje. Ejemplos de requisitos no funcionales son aquellos
relacionados
con las interfaces de comunicación, como por ejemplo, que el
sistema cumpla el
estándar de web (W3C).
Los requisitos obtenidos se han agrupado en marcos. Un marco se puede entender como la agrupación de los requisitos funcionales que se derivan de un grupo de casos de usos que consiguen lograr una misma finalidad o atributo de un módulo de la aplicación. En la tabla 3 y 4 se muestran respectivamente un ejemplo de marco de requisitos funcionales (codificado como GRF#17) y otro de requisitos no funcionales (codificado como GRNF#1).
GRF #17: Gestionar el portafolio a lo largo de la vida |
|
#Rf |
Descripción |
RF #17.1 |
La
aplicación tiene que permitir al alumno exportar los contenidos
del portafolio. |
RF #17.2 |
La
aplicación tiene que permitir al alumno importar los contenidos
al portafolio. |
Aclaraciones |
|
RF #17.1 RF #17.2 |
Para poder
importar y exportar el portafolio entre aplicaciones de
distintos proveedores, caben unos estándares de
interoperabilidad que sean utilizados para todos los proveedores. |
Tabla 3.
Ejemplo de un marco
de requisitos funcionales.
GRNF #1: Aspecto |
|
#Rnf |
Descripción |
RNF #1.1 |
La
aplicación debe tener una apariencia simple, atractiva y moderna. |
RNF #1.2 |
La
aplicación debe permitir al usuario elegir diversos
temas/esquemas que permiten tener una apariencia profesional (para los
profesores), una apariencia juvenil (para los alumnos de ESO) y una
apariencia más infantil (para los alumnos de primaria). |
RNF #1.3 |
La
aplicación debe permitir al usuario personalizar los colores y
la apariencia de los temas. |
RNF #1.4 |
La
aplicación debe permitir al usuario personalizar por separado
(tanto el tema, los colores y la semejanza) de cada una de las
distintas secciones del portafolio que está creado. |
RNF #1.5 |
La
aplicación debe permitir al centro personalizar la página
de bienvenida. |
Aclaraciones |
|
RNF #1.1 |
La apariencia de
la aplicación tendría de permitir que los usuarios la
perciban agradable y simple de utilizar. |
RNF #1.2 |
Poder adaptar la
apariencia de la aplicación a las necesidades de los distintos
tipos de usuarios ayuda a que éstos se sientan cómodos
utilizándola. |
RNF #1.3 |
Poder adaptar la
apariencia de la aplicación a las preferencias de los usuarios
ayuda a que éstos se sienten cómodos utilizándola. |
RNF #1.4 |
Poder adaptar la
apariencia a las preferencias de los usuarios, ayuda a que éstos
sientan como propio el portafolio que crean. |
RNF #1.5 |
La
aplicación debe poder personalizase con una estética
coherente con la imagen corporativa del centro. |
Tabla 4.
Ejemplo de un
marco de requisitos no funcionales.
El
análisis de requisitos ha resultado útil para identificar
las funcionalidades
que ha de proporcionar la aplicación y los atributos que ha de
tener para poder
seguir los pasos de creación del portafolio descritos. En el
paso de requisitos
a criterios, se intenta introducir la flexibilidad necesaria a la
concepción
del sistema que se evalúa para que admita distintas maneras de
realizar el
portafolio. Los requisitos se han reordenado y distribuido en criterios
intentando que la evaluación de los sistemas resultara sencilla.
Por ejemplo,
todos los requisitos relacionados con “la búsqueda que se
puede realizar sobre
los diferentes elementos del portafolio” se han agrupado en un
solo criterio,
en lugar de estar distribuido en los distintos grupos.
El
análisis de requisitos facilita obtener dos tipos de criterios.
Aquellos que
evalúan cuáles son las funcionalidades que debe
proporcionar el sistema (criterios
1 – 15) y aquellos que evalúan cuáles son los
atributos que debe tener (criterios
16-24).
En
la tabla 5 y 6 se puede ver dos ejemplos de criterios resultantes de la
conversión de requisitos a criterios. En primer lugar se
muestran los
sub-criterios, uno para cada funcionalidad (caso requisitos
funcionales) o
atributo (caso requisitos no funcionales). Luego está la lista
de
consideraciones que complementan el criterio. Finalmente aparece la
lista de
posibles procedimientos que un sistema debería implementar para
lograr una
parte o la totalidad de las funcionalidades (o atributos) que
establecen los
sub-criterios. A cada uno de estos procedimientos se les asigna un
nivel de
adecuación que denota hasta que punto facilitan alcanzar la
funcionalidad (o el
atributo) evaluado por el sub-criterio. Esta adecuación
contempla aspectos como
la dificultad de uso que genera el procedimiento o el grado con el que
se
permite lograr el sub-criterio. Estos procedimientos deberían
ayudar al
evaluador a imaginar distintas formas de concebir la aplicación
y a entender
mejor el criterio en cuestión.
Criterio#15: La importación y exportación
del portafolio |
||
Este criterio
evalúa cuales son los procedimientos que proporciona la
aplicación para poder importar y exportar el portafolio. |
||
#Sub-criterio |
Funcionalidades |
#RF |
15.1 |
Importar y
exportar el portafolio (alumno) |
17.1, 17.2 |
Consideraciones |
||
Es necesario que
la exportación incluye por los menos
todas las partes creadas por el alumno. También puede incluir la
retroacción y la evaluación. |
||
#Sub-criterio |
Procedimientos |
Adecuación |
15.1 |
La
aplicación debería permitir exportar el portafolio en
formato HTML. Las diferentes partes visibles del portafolio exportado
se mostrarían idénticas al portafolio original. Pero las
relaciones entre las distintas partes del portafolio se
perderían. |
Baja |
15.1 |
La
aplicación debería poder exportar e importar portafolios
mediante los estándares IMS ePortfolio
y LEAP2A. |
Alta |
Tabla 5.
Ejemplo de
criterio procedente de requisitos funcionales. Fuente:
Criterio #17: Aspecto de la aplicación
tecnológica |
||
Este criterio
evalúa la idoneidad del aspecto de la aplicación. |
||
#Sub-criterio |
Atributos |
#RNF |
17.1 |
Simplicidad, cuan
atractiva y modernidad de la interfaz de la apliación. |
1.1 |
17.2 |
Los usuarios deben
poder personalizar el aspecto de la interfaz. |
1.2, 1.3, 1.4, 1.5 |
Consideraciones |
||
No se tiene que
confundir el aspecto de la aplicación con el aspecto del
portafolio. El primero incluye el aspecto de todos los módulos
que se utilizan para interactuar con el portafolio. El segundo hace
referencia a la estética que tiene el portafolio y que el alumno
tendría de poder configurar completamente. Según el tipo
de sistema que se utilice, los dos aspectos pueden estar relacionados:
si la aplicación muestra una vista del portafolio dentro de una
página que puede tener otros elementos, es necesario que el
aspecto de la vista y de la aplicación sean coherentes. |
||
#Sub-criterio |
Procedimientos |
Adecuación |
17.1 |
Para conseguir un
aspecto simple y atractivo la estética de todos los componentes
debe ser coherente. |
Alta |
Tabla 6.
Ejemplo de
criterio procedente de requisitos no funcionales.
Cabe
resaltar que se ha intentado que los criterios fueran auto-contenidos.
Con ello
se consigue que los encargados de evaluar las distintas aplicaciones
puedan
utilizarlos sin necesidad de consultar ninguna otra información.
Dada
su extensión no se muestran todos los criterios, pero el lector
los puede
consultar en Coromina (2010).
Los
criterios, tal y como se han descrito, pueden resultar complejos de
evaluar,
especialmente si el evaluador no se dedica específicamente a
esta tarea o si
dispone de poco tiempo. Consecuentemente, sería deseable una
versión
simplificada de los criterios más ágil y adecuada para
los centros educativos
que quieran evaluar sistema de soporte al portafolio digital. Esta
versión se
muestra en la tabla 7, que también los relaciona con las fases
de creación del
portafolio digital.
Criterio |
Fase |
Descripción |
1 |
2 |
¿Qué opciones proporciona el sistema para comportar-se como un repositorio virtual? |
2 |
3,4,5 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para crear, modificar y gestionar las evidencias? |
3 |
7,8,9 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para crear, modificar y gestionar las vistas? |
4 |
1 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para crear, modificar y gestionar los objetivos? |
5 |
9 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para crear, modificar y gestionar las presentaciones personales? |
6 |
4,7 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para crear, modificar y gestionar las rúbricas de evaluación? |
7 |
4 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para gestionar la evaluación formativa? |
8 |
7 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para gestionar la evaluación sumatoria? |
9 |
4,7 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para dar soporte al profesor? (¿Qué alumnos han entregado un trabajo?, ¿cuál es la evolución en las notas de un alumno?) |
10 |
1,3,4,6, 7,8,9 |
¿Qué procedimientos proporciona el sistema para editar los contenidos? (¿Con texto llano?, ¿con formato HTML?, ¿Con características de edición de textos?) |
11 |
2,5 |
¿Qué mecanismos proporciona el sistema para organizar los contenidos? (¿Con etiquetas?, ¿Con carpetas?) |
12 |
1,2,4,5, 7,9 |
¿Qué mecanismos de búsqueda proporciona el sistema? |
13 |
4,7,9 |
¿Qué posibilidades de gestión de permisos de acceso proporciona el sistema?, ¿Con qué granularidad? |
14 |
4,7 |
¿Cómo permite el sistema proporcionar retroacción en los portafolios? |
15 |
4,8,9 |
¿Con qué formatos permite el sistema exportar el portafolio? ¿Permite los estándares LEAP2A y IMS-ePortfolio? |
16 |
- |
¿Cuál es el procedimiento qué tiene el sistema para dar de alta los usuarios? |
17 |
- |
¿Cómo de agradable y atractivo es el aspecto del sistema? |
18 |
- |
¿Cómo de usable es el sistema? ¿Es fácil de aprender? ¿Es fácil de utilizar? |
19 |
- |
¿Permite realizar copias de seguridad? |
20 |
- |
¿La interfaz web se muestra correctamente en la totalidad de los navegadores? ¿El sistema es compatible con pequeños dispositivos, como por ejemplo, los teléfonos móviles? |
21 |
- |
¿Qué soporte tiene el sistema? (¿Tiene un buena opción de ayuda?, ¿dispone de una comunidad de usuarios amplia?, etc.) |
22 |
- |
¿Es seguro el sistema? (¿Utiliza cifrado de datos?, ¿requiere contraseñas seguras?, etc.) |
23 |
- |
¿Es fácil instalar el sistema en el servidor del centro educativo? |
24 |
- |
¿Cuál es el rendimiento y la estabilidad del sistema? |
Tabla 7.
Resumen de los
criterios identificados.
Se
espera que esta tabla sea la base para el futuro desarrollo de modelos
de
evaluación de los sistemas de soporte al portafolio. A estos
efectos, la
relación entre los criterios y las fases de creación del
portafolio puede
ayudar a dar peso a cada uno de los criterios, si bien el valor
definitivo
dependerá de la política de uso del portafolio que cada
centro educativo
decida.
5. Conclusiones y trabajos futuros
Tres
son las aportaciones relativas a los objetivos planteados. En primer
lugar, se
aporta una descripción de las fases de creación del
portafolio estructurada en
etapas, que va más allá de lo planteado en estudios
anteriores. La segunda
aportación es el diseño de una tipología de los
sistemas de soporte al
portafolio en base a su funcionalidad, que contrastada con las fases de
creación del portafolio, podría ser útil para
preseleccionar un determinado
tipo de aplicaciones. Y la tercera es una lista de criterios, obtenida
con una
metodología bastante exhaustiva, que se pretende sea de utilidad
para aquellos
centros educativos que requieran evaluar y seleccionar sistemas para la
creación y gestión del portafolio digital.
El
trabajo presentado en este artículo podría ampliarse
hasta completar el diseño
de un modelo de decisión basado en múltiples criterios
para elegir qué sistema
de soporte al portafolio conviene a un centro educativo concreto.
Partiendo de
los criterios identificados en este artículo y tomando como
referencia a un
centro educativo que quisiera utilizar el portafolio en todas sus
fases, el
nuevo estudio debería: 1) formalizar los procesos necesarios
para dar pesos a
los criterios; 2) establecer para cada criterio que valores puede tomar
y definir
su función de utilidad para evaluar numéricamente el
criterio; y 3) aplicar el
modelo a un conjunto de sistemas de soporte al portafolio para evaluar
su
adecuación.
En
cuanto fuera posible, sería deseable realizar un estudio que
permita evaluar el
grado de satisfacción de los centros educativos que hayan
utilizado los
criterios identificados aquí para seleccionar la
aplicación de gestión del
portafolio, así como, valorar la satisfacción derivada
del uso del portafolio.
Tal estudio aportaría la visión práctica de la
metodología aquí propuesta.
Por
otra parte, es opinión de los autores que el portafolio digital
puede
convertirse en elemento tecnológico importante del sistema
educativo de los
países más avanzados. Tenemos el convencimiento que es
mucho más que una idea
original y atractiva. Muestra de ello es la ponencia presentada ante la
“Comisión
de Educación, Política Social y Deporte” del Senado
(Ruiz, 2009:18), de la cual
se cita textualmente una de las conclusiones: “las
soluciones […] vendrán […] por medio de un gran
proceso de creación
de conocimiento que debe fundamentarse en actuaciones consistentes y
profundas
de I+D educativo que conduzcan sin atolondramiento a la
formulación de nuevos
modelos de enseñanza-aprendizaje”. Creemos que el
portafolio digital es un
instrumento que encaja bien en estos nuevos modelos de
enseñanza-aprendizaje.
Experiencias positivas como la de Suecia (Ruiz, 2009) y la
intención de la Generalitat de Catalunya de
implementarlo antes de 2017 respaldan esta impresión. En este
contexto resulta
de interés la realización de estudios capaces de explorar
el encaje de esta instrumento con el
sistema educativo catalán y español.
Agradecimientos
Este
trabajo ha sido posible gracias al soporte de la Cátedra
Telefónica–UPC de análisis de la evolución y
tendencias futuras
de la Sociedad de la Información.
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